En la misma frecuencia.
No hay nada mejor que follar con alguien que usa el mismo canal de comunicación que tú. Todo el fin de semana follando, tanto que hemos agotado sus c>o>n>d>o>n>e>s y los míos. Ya no recuerdo el número de polvos, y de situaciones en las que lo hemos hecho.
No pretendo hacer de este post un “r>e>l>a>t>o> >c>a>l>i>e>n>t>e”, simplemente ponerle letras a algo que pasa por mi cabeza hoy.
Siempre pensé que ambos sexos usábamos partes diferentes del cerebro cuando del tema sesHua se trata. Pero no, simplemente es que no estuve con la persona adecuada, no emitíamos las mismas hondas, y no veíamos el seSho de la misma manera. Mala suerte, pero fue así.
Anoche, en un alarde de sinceridad, nos contamos que es lo que nos gusta, cuales son nuestras fantasías y que estamos dispuestos a hacer para satisfacernos mutuamente, y fue uno de los momentos más excitantes de mi vida. Poder entrar en la mente del otro(/otra) y conocer sus pensamientos más íntimos intentando recordarlos para hacerlos realidad, es una situación de lo más e>r>ó>t>i>c>o, al menos para mi.
A pesar del madrugón que nos esperaba esta mañana, dedicamos todo el tiempo necesario a comenzar a hacer realidad algunos de nuestros pensamientos.
Despertar, desnudos, oliendo el aroma que con la actividad de la noche anterior dejamos entre las sabanas y el edredón, y volver a follar. NO TIENE PRECIO.
Definitivamente “follar en la misma frecuencia” es algo increíble.