Si recuerdas hace unos días, justo el día después de la eLección de Londres, comencé un post diciendo que me había acordado de una aventurilla, y hoy, pues como que la voy a contar y “asin” me libero de esa promesa!!
Es curioso que siempre que recuerdo alguna de mis aventuras seSHuaaleeeé, aparece inmediatamente una chica, “L”, con la que pasé un fin de semana en un pueblo de la costa española, “C”, limitaré la búsqueda en tu cabeza si digo que es uno de los más famosos y que en verano podéis encontraros perfectamente a cualquier vecino de Madrid!!!
Pues bien, mi finde con “L” comenzó de la manera más insospechada. Hacía poco que lo había dejado con mi novia y no tenía yo la cabeza ni mu’asentada ni con las ideas mu’claras, y decidí irme a la playa unos días (cosa que no entiendo pues no me gusta la playa!!!), y se lo comenté a “L”, a quien había conocido solo unas semanas antes y con quien al menos me lo pasaba bien, no siendo ni mucho menos mi ideal de mujer. Supongo que por esa “enajenación mental transitoria”, me dejé convencer (vale, le costó poco!!) y accedí a que me acompañase ese fin de semana.
Claro esta y como es normal en nosotros los tíos, le tiré varias indirectas a ver como respiraba, como en principio íbamos a compartir habitación, que si yo dormía en pelotas, etc ….. De lo que salio airosa y no me preguntes exactamente como.
Nada más de llegar a “C” (el pueblo), la cosa se puso más que interesante. Yo previamente en Madrid había reservado una habitación con 2 camas, porque soy un tío legal y es lo que había hablado con “L” y al llegar al hotel, la sorpresa fue cuando subimos a la habitación y solo había una cama y además no se podía separar como en la mayoría de los hoteles. Yo le dije que bajaba a decirlo a recepción que se esperase y me dijo que no, que no importaba, que se fiaba de mi. Ooopsss, aquí ya “mi detector” se puso alerta!!!! ;-) sospechando alguna intención que hasta ese momento yo desconocía, aunque si intuía.
Para no hacer esto muy largo, diré que la tarde la pasamos en el paseo marítimo y después tomando unas copas por la zona de “marcha”, si es que se pude llamar así!!!. Al llegar al hotel, no recuerdo la hora, justo cuando íbamos a abrir la puerta, nos quedamos parados al escuchar, aún no se de que habitación, unos gemidos femeninos que hacían evidente lo bien que se lo estaba pasando su propietaria!!!
Nos miramos, nos sonreímos, y entremos a nuestra habitación sin más. Lo típico, pasa uno al baño, pasa el otro, pijamita y a la cama. Siempre con el fondo “celestial” de esta mujer, que ahora que lo pienso, debía ser multiorgásmisca y el compañero tener más aguante que los rompeolas!!!
En fin, una vez apagada la luz, surgió el comentario como no, de lo que estaba ocurriendo en la habitación del al lado (supongo) y fue “L” quien lo saco. Hicimos varias bromas al respecto y en un momento le dije, anda que se te ha quedado una cara cuando lo hemos oído al abrir la puerta, que …. Y “L” me contestó “ me hubiera encantado follarte en ese momento”. Alerta roja!!! Motores a toda máquina!!!, a todo gas!!!! Leña al mono que es de goma!!!!! Y muchas mas frases que pasaron por mi cabeza en aquel justo momento. Lo siguiente que recuerdo, es besarla.
Como ya te he comentado antes, “L” no era ni mucho menos mi ideal de mujer, pero aquello fue tan excitante, que por una vez conseguí no hacer el examen de calidad que normalmente hago!!! Si es cierto que “¨L” tenía/tiene un buen cuerpo y una tetas que realmente valían la pena, vamos que no andaba mal de pechonalidad!!!
El tema como es normal se fue calentando cada vez, más. Besos, caricias, fuera “pijamas” (en mi caso era casi sinónimo de quedarme en pelotas!!) y ella solo con un tanga negro que le quedaba divino. Más besos mas caricias y toqueteos y llego el momento del “fuera tanga”. Este es uno de los momentos que más me gustan!!! Solo ver como poco a poco va apareciendo el coñito de mi compañera, me pone más atacado que Sarajevo!!!! Lo recuerdo con especial excitación. El tema paso a mayores y llego la “recena”, vamos volver a comer después de haber comido. Una sensación increíblemente placentera los minutos que pasé disfrutando de ese coñito.
La verdad es que todo esa noche fue extremadamente placentero, y supongo que es por eso, que recuerdo aquella noche y a “L” como una de las mejores aventuras.
Volvimos a Madrid y hace ya mucho tiempo que no se de ella, aunque queda claro que dejó huella en mi.
