Acostumbrarse al d•e•s•n•u•d•o

En ocasiones he oído decir que ver continuamente al otr@ desnud@ hace que la “vista” se acostumbre y deja de ser interesante, excitante y morboso, pasearse por casa, los dos solos como vinimos al mundo. Yo categóricamente creo que no. Nos pasamos horas (cuando podemos, claro), d•e•s•n•u•d•o•s por casa ... tumbados en el sofá, acostados en la cama, haciendo cualquier otra cosa, y no me “harto” de ver su cuerpo desnudo. Supongo que el sentir atracción física hace mucho.

Me encanta al levantarme por la mañana y volver a la habitación, ver su cuerpo tumbado y entre sus piernas los pliegues de su coñito .

Me encanta cuando nos levantamos por la mañana y la veo salir del baño recién duchada, y únicamente con una toalla …. en el pelo, dejando al aire el resto de su cuerpo.

Me encanta sentir el calor de su coñito sobre mi pierna al dormir.

Me encanta sentir como se acopla mi polla en su culito, cuando después de comer nos tumbamos en el sofá.

Me encanta, en el mismo sofá y en el mismo momento, acariciar sus pechos y bajar poco a poco hasta acariciar su pubis primero y después el interior de su coñito.

Me encanta sentir como mi polla se agranda al verla pasear por la casa completamente desnuda.

Me encanta mientras ella permanece tumbada en el sofá y hablando por teléfono, observar su coñito, al haber dejado sus piernas entreabiertas justo delante mi…. El otro día en esa misma situación apunto estuve de hundir mi boca en su coñito, mmmmmmmmm me encanta.

Me encanta poder follar en cualquier lugar, sin importar ventanas, vecinos o cualquier otra cosa, con al facilidad de nuestra d•e•s•n•u•d•e•z.